domingo, 16 de noviembre de 2008

CAOS

¿Por dónde empezar? La situación de la facultad de sociales, nuestra facultad, está en estado crítico. El edificio de Ramos (y no hablo por boca de ganso) se cae a pedazos, literalmente. Es difícil soportar las cursadas en esas condiciones, frío en invierno, calor en verano. Pérdidas de agua en los baños, baños sin puertas y realmente asquerosos.
No recuerdo exactamente la fecha, pero estábamos en un teórico de Comunicación 1 cuando llegaron compañeros de distintas agrupaciones a invitarnos a bajar a una asamblea para hablar sobre las condiciones edilicias y decidir sobre la toma de la Facultad. No sé si toda la gente que estaba en el aula accedió, pero definitivamente éramos muchos.
En lo que a mí respecta, era la primera vez que participaba de una asamblea, y debo decir que fue muy movilizante. Era por medio de nuestra decisión que empezaríamos a incentivar cambios. Era nuestro voto el que decidiría la toma de la facultad. Y finalmente fue lo que sucedió. En el medio de la asamblea se decidimos movilizarnos hasta Corrientes y Angel Gallardo para continuar allí y empezar a ser escuchados. Se percibía excitación y entusiasmo en el ambiente. Se veían caras expectantes y con ganas de que las cosas finalmente sucedan. Los estudiantes independientes nos sentíamos realmente involucrados con la situación, algo que no sucede con frecuencia. Generalmente, cuando las agrupaciones pasan por las aulas una y otra vez, nadie quiere escucharlos porque “se pierde tiempo”. Pero ésta vez fue distinto. Ésta vez, todos podíamos participar para generar cambios.
Los días siguientes a la decisión de la toma, cuando esto ya era un hecho, fueron muy agitados: marchas monstruosas, charlas, pasadas por la facu para ver si los compañeros que se estaban quedando necesitaban algo. A pesar de todo, aunque no sorprenda a nadie, en los medios de comunicación nada de esto trascendió de la forma debida, es decir, atendiendo a nuestros reclamos. Ellos se encargan de contar lo que vende, y los estudiantes y nuestras peligrosas condiciones de cursada (sin exagerar) no vendemos. Y NO NOS VENDEMOS (o al menos eso cantábamos en las marchas). Creo que pasó un mes, tal vez un poco más, pero hasta donde entiendo, todo sigue igual. Incluso “los molestos compañeros de las agrupaciones”, quienes guste o no, nos movilizaron a participar. Ahora sólo queda esperar: no sólo que los responsables de que esta situación se siga prolongando hagan algo finalmente, sino también que algo de lo que sucedió en esa asamblea nos sirva a los estudiantes a dejar ese rol pasivo al que tanto nos acostumbramos. Porque mirando de afuera y criticando todo lo que no se hace, no podemos pretender que los cambios realmente lleguen alguna vez.

viernes, 14 de noviembre de 2008

Segunda rta. de Cristina a Peron

Buenos Aires, 24 de Octubre de 2008




Estimado General:

Me siento halagada una vez más por haber recibido una respuesta. De todas formas, déjeme decirle que no comparto con Ud. nada de lo que expone en ella. Excepto sólo un punto, definitivamente el más importante. He decidido retirarme de las filas del Peronismo, y a continuación voy a explicarle mis motivos.
Sigo sosteniendo que sí me ha malinterpretado, pero me ha ofendido aún más el tono de su carta. Yo creo que no comprende la situación actual; no niego que haya sido un gran dirigente y un excelente estratega, pero considero que en ésta última cualidad ha basado toda su carrera política y su vida. ¿O acaso no fue en nombre de la más despiadada demagogia, disfrazada de buena voluntad y compromiso social, que ha hecho tanto por la clase obrera? Lo suyo fue una dictadura encubierta, y no ha hecho más que manipular a los trabajadores y “mejorar sus condiciones de vida” en beneficio propio. El suyo, por supuesto. Estoy convencida que el más importante motor de su accionar ha sido perpetuarse en el poder, y no su calidad de persona solidaria para con las necesidades de su pueblo.
Así que déjeme decirle General, que no considero que seamos tan distintos. Le ruego que por favor, deje de lado sus clases de moral y buena conducta, porque Ud. también deja bastante que desear, según lo que entiendo.
Le reitero que considero que la época en la que Ud. gobernó tan democráticamente, fue muy distinta a la mía. Hoy en día hay otros intereses en juego, y ya corrió mucha agua debajo del puente desde el final de su poderío. Por lo tanto, considero que no puede utilizar los mismos parámetros y comparar su gestión con la mía.
Más convencida que nunca le digo que renuncio a trabajar bajo el nombre de su partido, que posee tantas contradicciones internas y que está infestado de gente corrupta. De ahora en más, voy a gobernar como lo crea más conveniente, y despreocúpese que estoy rodeada de excelentes consejeros.
Una vez más, puede sentirse orgulloso por haber cumplido su objetivo: lograr convencerme que trabajar llevando como bandera su nombre no fue más que una lamentable pérdida de tiempo.

Hasta siempre,

Cristina F. de Kirchner.

jueves, 13 de noviembre de 2008

Respuesta de Sarmiento al Padrino

Buenos Aires, 26 de Febrero de 1888





Estimado Don Corleone:

He recibido su respuesta y sinceramente, nunca hubiera esperado menos de Ud. Realmente ha hecho honor a tantos años de amistad que nos unen; desde ya muchas gracias.
Ahora hay otro tema que me ocupa. No quisiera que lo tome a mal, yo sé de la calidad de su persona, pero necesito otro favor no menos urgente que el anterior.
Ud. sabe Don Vitto que es de suma importancia que además de exterminar toda la lacra que habita en mi suelo, mi país necesita de un ejército fuerte. Y para eso requiere de un líder con convicciones, que posea un gran sentido de la justicia y por sobre todas las cosas, que abogue por la unidad nacional, que tanto trabajo nos está costando.
Por todo lo expuesto anteriormente mi amigo, necesito me ayude a derrocar al Gobernador Mitre, quien lo único que ha hecho durante el (in) cumplimiento de sus deberes, fue obstaculizar mi tan anhelado objetivo de construir una Capital autónoma e incapaz de doblegarse ante ningún enemigo. Primero debemos fortalecer Buenos Aires para luego cooptar al resto de las provincias rebeldes.
A pesar de compartir ciertos criterios a la hora de pensar en la organización nacional, ese hombre se rehúsa a entregarme el mando del ejército, apelando a grandes infamias disfrazadas de argumentos convincentes para algunos de mis (lamentables) compatriotas.
Desde luego mi querido Padrino, todos sus intereses están absolutamente resguardados, le aseguro que puede dormir tranquilo en la comodidad de su hogar, que de esos asuntos que tanto lo inquietan me estoy ocupando personalmente.
Ahora sólo me queda despedirme y dejar todo en sus buenas manos. Le ruego que tenga siempre presente que haré todo lo que esté a mi alcance para retribuirle tamaño favor.
Sin más y a la espera de una respuesta favorable, mis más cordiales saludos




Domingo Faustino Sarmiento

miércoles, 29 de octubre de 2008

Notas de lector sobre "La Argentina Crónica"

Las crónicas del libro son muy diversas, al igual que sus autores y las definiciones que ellos tienen acerca de qué se escribe cuando se escribe una crónica periodística.
Algunos coinciden en que es una forma de hablar sobre lo que está allí, pero que no se lo tiene en cuenta, o iluminar un pedacito de ese mundo mediante la palabra escrita. Muchos otros autores consideran que es un relato atravesado por la mirada de quien lo escribe, que puede estar lleno de subjetividad, y está bien que así lo sea. Pero lo que realmente se desprende de todas ellas, es que la crónica es un género muy amplio y rico en cuanto a recursos y por sobre todo, que es muy flexible. Y es exactamente la sensación que deja el libro al leerlo.
En todas se percibe un trabajo de investigación, quizás con distintos grados de compromiso. Ejemplo de ello es la de Josefina Licitra, “Y parirás con dolor”, que cuenta el caso de Romina Tejerina, una joven que fue violada y a raíz de ese hecho asesina a su hijo al nacer. En esta crónica hay un fuerte trabajo de investigación y se nota un alto grado de compromiso con la historia contada.
Distinto es el caso de “En campaña con Duhalde y Ortega” de Emilio Fernández Cicco, donde parece haber partes inconclusas, o donde algunas de las historias de los personajes parecieran no estar bien desarrolladas.
De todas formas, en todos los casos se percibe la presencia del autor en el lugar donde transcurren las historias, es decir, se pone en evidencia que el cronista ha estado allí y que luego se trasladan en palabras las sensaciones y experiencias vividas.
En todos los relatos que componen La Argentina Crónica la mirada del autor está presente, en mayor o menor medida. ¿Acaso la crónica periodística puede prescindir de ello? En el caso de “Operación Jaja”, Carolina Reymúndez narra en primera persona. Ella es quien visita el canal y entrevista a los reidores. Ella es una actriz secundaria, pero indispensable para el desarrollo de la historia.
Otro ejemplo es el de Hernán Brienza quien “A caballo de la fe” cuenta su viaje con los jinetes que peregrinan hacia el santuario de la Difunta Correa en Vallecito, San Juan.
En cambio en “El caso Poblete. La fuerza del cariño”, Leila Guerrero cuenta esta historia como si se contara sola. Es difícil percibir la mirada y las acciones de la autora en este relato.
En el libro compilado por Maximiliano Tomás hay crónicas de los más variados estilos. Algunas más interesantes que otras, pero eso queda a criterio del lector.

viernes, 24 de octubre de 2008

Etnógrafo y periodista: más bien primos que vecinos lejanos

Luego de leer el texto de Geertz y sus consideraciones acerca del papel del etnógrafo, no como un mero relator ajeno y objetivo de sus vivencias en territorios exóticos o desconocidos, sino como protagonista de las mismas; la primera figura que se me presenta es la del cronista. Ambos intentan transmitir eso nuevo con lo que han tenido contacto, a través de recursos que no lo son. El suyo no se trata de un relato ficcional, donde basta que la imaginación sea la que se ensucie las manos. Su herramienta de trabajo es el cuerpo, en el momento y el lugar indicados para poder demostrar fehacientemente que han estado allí.

Si bien los fines de uno y otro son distintos, parten de puntos en común: las ansias de conocer lo desconocido, de acercarse a lo remoto y de experimentar sensaciones nuevas.

Gracias a su naturaleza de permanente búsqueda, el hombre ha podido llegar a lugares (no sólo físicos) impensados. Ha traspasado los límites de lo tangible y lo imaginario, de lo imposible y de lo inmediato.

Etnógrafo y periodista (o cronista) se emparientan en su sed de conocer nuevos rumbos y de encontrar en el otro lo que nos hace a todos los hombres distintos e iguales a la vez. El conocimiento de ese otro es su motor de búsqueda, y a la vez su límite ético y moral. De la sociedad surgen sus preguntas y en ella encuentran sus respuestas.

miércoles, 15 de octubre de 2008

Primer respuesta a la carta de Euge

Buenos Aires, 20 de Septiembre de 2008



Queridísimo General:

Escribo estas líneas para intentar responder a alguna de sus inquietudes. Al leer su carta sentí una terrible tristeza. Ud. es una de las personas de nuestra historia a la que más admiro y con la cual me identifico ideológicamente. Yo soy PERONISTA, una peronista hecha y derecha, a pesar de que Ud., mi gran ídolo y fundador de este partido, me haya malinterpretado.
En primer lugar yo me ocupo tanto de mi imagen personal como de mis deberes. Una cuestión no necesariamente descalifica a la otra. Si Ud. supiera mi General las noches que he pasado en vela intentando buscar respuestas a las necesidades de todos los argentinos y argentinas. Ud. entenderá que en la época en la que vivimos no es nada fácil complacer a unos y otros.
Con respecto al conflicto con el campo debo decirle que no considero haber sido demasiado drástica… Como Ud. dice, ser peronista es gobernar para el pueblo. No creo que sea justo que unos pocos se llenen los bolsillos mientras el resto de nuestros compañeros padecen todo tipo de miserias. Eso lo tendría que saber Ud. mejor que nadie. Lo sucedido con el vicepresidente Cobos no fue una estrategia, mi General. Realmente deseaba que nuestro proyecto se concretase, para de esa forma, poder redistribuir los ingresos y finalmente concretar el sueño de una Argentina más justa y equitativa. Ese anhelado sueño que alguna vez también fue el suyo.
Por otro lado, estoy de acuerdo en que tendríamos que hacer mucho más por la educación, pero es sólo cuestión de tiempo. De todas formas, el presupuesto escasea y en parte debido a que se vetó el proyecto de ley de las retenciones. Si eso hubiese funcionado, hoy nuestros maestros y profesores cobrarían sueldos dignos cosa que, dadas las circunstancias, se complica bastante. Quédese tranquilo que no me olvido de nuestros niños y jóvenes, nuestros futuros profesionales. Voy a hacer todo lo que esté a mi alcance para mejorar su situación, eso se lo garantizo, como buena peronista que soy.
Por último estimado, debo decirle que creo fervientemente que Aerolíneas debe volver a manos del Estado, cueste lo que cueste. Deben volver a ser nuestras Aerolíneas Argentinas. Debemos fomentar el crecimiento de nuestras empresas, como Ud. nos ha enseñado por tantos años.
Además de estos malos entendidos General, me siento halagada por haber recibido sus críticas, las voy a tomar y voy a trabajar sobre eso para que Ud. sienta orgullo por el partido que lleva su nombre y por mi conducción. Quiero que no le quepan dudas de que yo no levanto banderas en vano, por ese motivo voy a trabajar más arduamente que nunca, para demostrarle cuánto se ha equivocado respecto de mi gestión y de mi persona.

Sin más, saluda a Ud. muy atte.


Cristina Fernandez de Kirchner

martes, 23 de septiembre de 2008

carta de sarmiento al padrino

Buenos Aires, 25 de Agosto de 1887


Estimado Don Corleone:


Recurro a Ud. en este sombrío momento en el que la integridad de mi patria se ve sumamente afectada, para que por medio de sus métodos, podamos combatir a esa raza inmunda e inhumana a la que llaman gauchos. Son sólo una chusma de haraganes, incivil, ruda y salvaje. ¡Don Corleone, tengo odio a la barbarie popular!
La chusma y el pueblo gaucho nos es hostil. Los argentinos debemos poder ser una sociedad civilizada, siguiendo como modelo las grandes y sofisticadas ciudades europeas. No es en absoluto compatible la barbarie con la civilización. Mientras exista esa lacra inculta, nuestro proyecto de progreso se verá eternamente condenado a fracasar. Yo deseo con las fuerzas de mi alma, que algún día sean sólo un amargo recuerdo, que no queden vestigios de su existencia. Deben ser aniquilados, bajo ningún punto de vista podrían ser incluidos en nuestro proyecto, ya que son tan brutos que ni los poderes de la educación podrían civilizarlos. Ni hablar de los indios, que ni siquiera podemos considerarlos humanos. Son incapaces de progreso. Se los debe exterminar sin siquiera perdonar al pequeño, que tiene ya el odio instintivo al hombre civilizado.
Querido Padrino, yo sé de su gran poder y de los contactos que posee con la gente de su gobierno. Este es un favor en nombre de la amistad que nos une desde hace tanto tiempo, es por eso que estoy seguro que es la persona más indicada para ayudarme con estos menesteres.
También sé que este no es el medio más apropiado para pedirle tamaño favor. Espero que entienda mi imposibilidad de ir a besar su anillo. Todo este asunto me tiene muy ocupado. En cuanto disponga del tiempo, iré a Italia y nos ocuparemos de estos temas de la manera adecuada. Tome esta carta sólo a modo de adelanto y ya veremos qué es lo que yo pueda hacer por Ud. cuando así lo disponga y necesite.



Mis más cordiales Saludos,


Domingo Faustino Sarmiento